jueves, 1 de septiembre de 2011

El recorte de dineros en la enseñanza.

Algunas comunidades autónomas, acuciadas por un déficit insostenible, se han lanzado a recortar los gastos de la administración, y estos recortes, implantados o anunciados, afectan naturalmente al mundo de la enseñanza. Si se toma como modelo lo que Castilla-La Mancha, Madrid y otras regiones han anunciado los cambios más "drásticos" serán los que afecten a la dedicación lectiva semanal de los profesores y al número de alumnos por aula, junto con una reducción muy significativa del número de liberados sindicales. Las medidas han originado un sinnúmero de lamentaciones, además de los irremediables anuncios de mil huelgas y manifestaciones. Oyendo y leyendo los argumentos de los que se oponen a los recortes no puede uno menos que sonrojarse. ¡Que fácil es hacer demagogia cuando se trata de la educación, de la sanidad y de otras prestaciones sociales! Según los que se lamentan, el que los profesores de secundaria pasen a dar veinte horas semanales de clase en lugar de dieciocho será una catástrofe para la calidad de la enseñanza. Nadie parece interesado en que se diga que, aunque la actual legislación sitúa en veintiuna el máximo de horas de clases semanales, la inmensa mayoría no llega a las dieciocho y muchos dan menos de quince, y nadie parece recordar que en tiempos no muy lejanos era normal que la mayor parte de los profesores llegasen a ese límite o se acercasen mucho a él. En esos tiempos, los niveles de nuestra esnseñanza secundaria eran muy superiores a los actuales sin que ese número de horas "matase" a los profesores, que además manejaban grupos de cuarenta alumnos. Me gustaría ver la cara de sorpresa de la mayor parte de los españoles si se publicase un cuadro comparativo con las condiciones de trabajo de los profesores de toda Europa. Los profesores españoles no han estado nunca entre los más "exprimidos" ni lo estarán cuando se implanten las reformas. Augurar una pérdida de la calidad del sistema educativo a causa de un aumento del 11% en el número de horas de clases de los profesores es de una hipocresía sin parangón. ¿Es peor la enseñanza en los colegios privados? Los  profesores de los centros concertados trabajan más horas y cobran menos que los de los centros públicos y, pese a ello, sus alumnos consiguen igual o mejor preparación. Entiendo que a nadie le guste un aumento en sus horas de trabajo y que eso se perciba como un retroceso en su situación personal, pero no es de recibo esconder las verdaderas causas del malestar tras una pretendida defensa de la calidad de la enseñanza.
Pero no todo es hipocresía entre los que se lamentan; puedo entender el desconsuelo de los interinos que ven peligrar sus puestos de trabajo y también entiendo la "indignación" de los liberados sindicales que, muy a su pesar, tendrán que volver a ganarse el pan con el sudor de sus frentes. 
Los tiempos que se avecinan nos van a deparar, desgraciadamente, muchas ocasiones para lamentar retrocesos en nuestro bienestar. Ojalá la crisis sirva para depurar las mil y una corruptelas que al amparo de los "buenos tiempos" se implantaron en todos los niveles de la administración. Todos esperamos de la inteligencia y la prudencia de nuestros futuros gobiernos el que no sean demasiados los años necesarios para reemprender el camino del progreso.

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