Especialmente interesante ha sido el caso de Radio Nacional de España. Fundada en 1937, en plena guerra civil, y con el monopolio informativo hasta 1977, la Radio Nacional perdió su nombre a finales de los setenta (1979) para pasar a llamarse Radio 1. La radio nacional seguía así el mismo camino que las otras instituciones “desnacionalizadas”. Pero en el año 2008 se produce un, a mi juicio afortunado, retorno al nombre tradicional y las emisoras de información general propiedad del estado vuelven a llamarse Radio Nacional de España. El cambio a Radio 1 no había calado en la población, que había seguido llamándola “radio nacional”, por lo que el retorno a la denominación tradicional pasó casi desapercibido. Sin embargo algunos periodistas de “la casa” parecen no haber aceptado el nuevo cambio y se resisten a que de sus bocas salga la palabra “Nacional”. Destacan en esta línea las actitudes de los directores de dos de los programas de mayor audiencia, don Juan Ramón Lucas y doña Silvia Tarragona, que prefieren llamar a la radio que les paga su sueldo (con el dinero de todos los españoles) “La Pública”.
Públicas son todas las radios propiedad de cualquiera de las administraciones, del estado, de las comunidades autónomas, de los ayuntamientos, y no es un término válido para identificar a RNE. No creo que sea demasiado pedir a los señores que trabajan para una entidad el que no le nieguen su nombre. Sería triste que tras esa actitud se escondiese una intencionalidad política.
No hay comentarios:
Publicar un comentario